Este
hombre pequeño que fue grande, nació el 15 de octubre de
1900 en Tepic, Nayarit. Convertido el 15 de abril de 1940, bautizándose
en aguas el 30 del mismo mes bautizado en el Espíritu Santo el
25 de mayo de 1940.
Se inició como Pastor interino en Pueblo Yaqui, Son., donde Dios
lo usó con milagros, nuevos convertidos, bautizado sen el Espíritu
Santo, mientras su mercancía como comerciante ambulante, al regresar
a Cd. Obregón, el Rev. Apolinar Castro le envió a Rosario,
Tesopaco en donde en una situación muy difícil sirvió
tres años.
Sus primeras credenciales las obtuvo en el año de 1943. De Tesopaco,
Sonora pasó a Los Mochis, Sin. en el año de 1947,
fue nombrado Evangelista a la Sierra, designándole el Hno. Portugal
varios campos entre ellos: Guisamopa, Sta. Rosa, San Nicolás, Sta.
Ana, Etc. Trabajando allí hasta 1948.
Saliendo para pastorear la Iglesia de Huatabampo, allí empezó
a abrir campos misioneros como Yavaros, Los Buidbores, estando por 5 años;
dedicándose más tarde a predicar por los Campos del Valle
del Yaqui por dos años.
Pastoreó la Iglesia de Plano Oriente por espacio de 5 años,
más tarde fue enviado a Culiacán, Sin. donde abrió
varios campos como El Palmito, Col. Hidalgo, Potrero de Sataya, Navolato,
Costa Rica, Sin., etc.
Después de 5 años de trabajo pasó nuevamente a la
Iglesia de los Mochis, predicando y abriendo nuevas Obras como la Col.
Libertad, El Álamo, Flor Azul, etc. De ahí fue enviado a
Mazatlán, Sin., iniciando los trabajos como misionero en la Col.
Juárez, hasta Tepic, Nay., su tierra natal.
Volvió a Pueblo Yaqui, sirvió 1 año como Pastor Estudiantil
en el Instituto Bíblico Berea, y posteriormente enviado a Magdalena,
Son. y otros lugares, supliendo donde era necesario.
Hombre rico en experiencias, testimonios de Poder dedicándose al
Servicio del Señor.
Él mismo se catalogaba ser "el hombre más pequeño"
dentro de la Iglesia, pero grande diríamos nosotros.
Nuestro Hno. Covarrubias radicó hasta sus últimos días
en la Cd. de Nogales, Son. en compañía de su esposa nuestra
Hna. Enriqueta M. de Covarrubias. |