El
Hno. Castro nació un 15 de julio de 1910, en el pueblo de Río
Chico, región comprendida entre Movas y la Dura, enclavados en
la Sierra Sonorense de México. Siendo aún muy pequeño,
sus padres le trajeron al entonces naciente Cajeme,estableciéndose
en Esperanza, Son., donde vivió su niñez y adolescencia.
Contrajo nupcias
en el año de 1936 con nuestra Hna. Covita Castelo Muñoz,
ya desaparecida, unión de la cual procrearon 12 hijos, de los cuales
sobreviven 8 hasta el día de hoy: Enrique, Ruth, Apolinar Jr.,
Andrés, Rebeca, Francisca, Noé y Daniel.
Siendo aún
muy joven y un fiel devoto católico, buscaba más de Dios
rogándole que le indicara cuál era la Verdad, ya que la
vida que llevaba no le llenaba totalmente; el Señor no tardó
muchos días en contestar su petición, llevándole
a la pequeña misión de la que hoy es la grande congregación
de la Iglesia Central de Cd. Obregón, cuando se vivían tiempos
enque no se permitía abiertamente la propagación del Evangelio.
Cuando el Hno. que ministraba hizo un llamado al altar, el Hno. Apolinar
comenzó a llorar amargamente, en ese mismo instante, el Espíritu
Santo con una voz Poderosa le dijo: ¡ ESTA ES LA GRAN VERDAD
QUE TU BUSCABAS !; ése día fue un 21 de mayo de 1936,
un día glorioso en el cual nuestro Hno. encontró la Verdad
que tanto anhelaba: Nuestro Señor Jesucristo.
Inmediatamente
comenzó a Predicar, sirviendo al Señor desde Guarda-Templos
hasta Supervisor Territorial, iniciándose formalmente el 20 de
marzo de 1938 en la Iglesia Central de Cd. Obregón. Juntamente
colaboró en la Obra con la Hna. María W. Atkinson y el Hno.
fernando Gonzáles, llevando el mensaje de Cristo hasta el Sureste
de México. Pastoreó desde 1937 las Iglesias de Plano Oriente,
Esperanza y Central, las tres simultáneamente. Tuvo la dicha de
ser el ministro que más años fungió como Supervisor
Territorial en México desde junio de 1947, debido al gran cariño
que supo cultivar y cuyo amor incondicional a la Obra de Dios hizo que
vinieran cientos a los pies de Cristo. En 1950 fue enviado como Supervisor
al Sureste en Tabasco, Méx.; de ahí, en febrero de 1951,
al Territorio Noroeste en Cd. Obregón, regresando de nuevo
al Sureste en octubre de 1960; después en 1963, el Hno. Alejandro
Portugal le envió al Territorio Norte con sede en Monterrey, Nuevo
León. Pastoreó las Iglesias de Dios Ladrillera, Central,
Pueblo Yaqui; inició las misiones en las Cols. Cajeme y Matías
Méndez, Mérida, Yuc., Frontera, Tab. y muchísimas
otras más, las cuales vieron pasar a este hombre de convicción
firme y carácter apacible.
Incluso, mientras
fungía como Supervisor de nuestro territorio (Noroeste México),
decenas de jóvenes y hermanos le escribían desde diferentes
partes, pidiendo un consejo sabio de un hombre a quién Dios le
había dotado de inmensa sabiduría, a pesar de no haber sido
un gran hombre de letras. Desde 1980, nuestro Hno. Poli, como cariñosamente
le llamaban, fue el Decano de los Ministros de la Iglesia de Dios en el
mundo entero con la Credencial No. 5513, siguiéndole Pedro M. Cortéz
(5968) y Octavio Loustaunau (6378).
Hasta sus últimos
días de vida terrenal, nuestro Hno. radicó en la Col. Plano
Oriente de Cd. Obregón, Son., donde no se cansó de Predicar
aún desde su silla de ruedas el Dulce Nombre de Jesús, emanando
en todo momento el Fruto del Espíritu Santo y dando consejo sabio
que su experiencia en Cristo le había dejado.
Nuestro Hno.
Poli partió rumbo a las moradas celestiales de nuestro señor,
la noche del domingo 31 de marzo de 1996 rodeado de su seres queridos
a quienes dejó sembrados la Preciosa Simiente, no sin antes decir:
"Lo que he vivido, sí que lo he vivido para el Señor;
y lo que vivo lo haré para Él". |